La zona arqueológica de Teotihuacan podrá ser visitada de manera virtual
- Texcoco pal feis

- 13 jul 2021
- 3 Min. de lectura
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), desarrolla una aplicación informática para que visitantes de la zona arqueológica de Teotihuacan se trasladen virtualmente a este y otros espacios al alcance de sus computadoras y teléfonos móviles.
Denominada INAHgotables innovaciones en Teotihuacan, la aplicación es desarrollada por los gestores del Patrimonio Cultural y Asesores Educativos de la Zona de Monumentos Arqueológicos de Teotihuacan, Roberto Rodríguez Rosales, Ricardo Martínez Moreno y Juana Mendoza Rivero con el fin de difundir la riqueza patrimonial de este sitio, y favorecer a su disfrute y conservación.
Digitalización del recorrido por Teotihuacan
Al lado del desarrollador web independiente, Javier Alonso Rodríguez, la idea del proyecto surgió en mayo de 2020, cuando la zona estaba cerrada como medida preventiva para evitar contagios por el Covid-19. En ese momento, se planteó la posibilidad de continuar brindando oferta cultural, en primera instancia, a las comunidades que habitan el valle de Teotihuacan, aunque luego los horizontes se ampliaron a todo el público interesado en saber más de la gran metrópoli prehispánica.
Así, iniciaron los trabajos para digitalizar el recorrido por Teotihuacan: las pirámides del Sol y de la Luna, el Templo de la Serpiente Emplumada y la Calzada de los Muertos, así como los museos Beatriz de la Fuente y de la Cultura Teotihuacana.
“Tenemos ya digitalizados 34 sitios –comenta Roberto Rodríguez– pertenecientes al área nuclear y a espacios poco conocidos como los barrios de Tetitla, Tepantitla y Atetelco, o el Centro de Estudios Teotihuacanos (CET)”, así como lugares que, por motivos de conservación o de investigaciones en curso, están cerrados al público, caso de los conjuntos de Teopancaxco, Quetzalpapálotl y La Ventilla, o el túnel del Templo de la Serpiente Emplumada.
La aplicación incluirá recorridos en 360 grados, además de un apartado denominado ‘Investigadores’, el cual tendrá videos con entrevistas de los expertos que encabezan proyectos arqueológicos en Teotihuacan: Rubén Cabrera, Sergio Gómez y Julie Gazzola, entre otros. Asimismo, prevé incluir artículos u otros textos que evoquen a los arqueólogos que desde hace más de 120 años, indagan en la zona arqueológica: Leopoldo Batres, Manuel Gamio, Ignacio Bernal y René Millon, por citar algunos.
Además de recrear la experiencia de visitar a distancia la zona arqueológica desde cualquier lugar, la herramienta también permitirá el acceso virtual a personas con discapacidad motriz, por ejemplo, a la cima de la Pirámide del Sol, así como cedularios en audio para el público con discapacidad visual.
“La aplicación ofrecerá alternativas, por ejemplo, ahora que estamos en contingencia sanitaria no se pueden impartir talleres presenciales, por ello, una sección de la plataforma contendrá talleres en video para que niños y jóvenes que acudían al CET, puedan tomarlos desde sus dispositivos”, explica Javier Alonso.
La expectativa de los desarrolladores es que la aplicación esté a disposición del turismo, así como de las personas que habitan la periferia de Teotihuacan, en diciembre próximo, una vez afinados todos los detalles técnicos, de contenido y normatividad.
Destaca que, en el recorrido virtual, también podrán conocerse espacios como la Cueva de Soruco, uno de los sitios menos conocidos de la zona arqueológica que se ubica en el área posterior a la Pirámide del Sol, concretamente dentro de la Plaza Gamio, espacio que alberga oficinas administrativas y de investigación, lo mismo que laboratorios y talleres de restauración.
Modificada en tiempos prehispánicos para funcionar como un marcador solar, registra el cenit del astro los días 19 de mayo y 25 de julio, 20 minutos después del mediodía, a la vez que otros fenómenos celestes, uno de los cuales se observa los días 24 de mayo y 20 de julio, cuando la estela de luz que ingresa desde su abertura, ilumina una laja rectangular de piedra colocada sobre un altar.
Por sus dimensiones –cinco metros de largo en dirección este-oeste y 4.20 metros de altura–, dicha cueva, nombrada en homenaje al arqueólogo que la exploró Enrique Soruco Sáenz, no está abierta a la visita pública, sin embargo, mediante el nuevo proyecto del INAH, podrá ser recorrida de manera digital.
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